Nos acercamos al inicio del invierno astronómico, época en la que allá por el año 2010-2011 comenzamos con las expediciones invernales. La primera pregunta es: ¿por qué en invierno? A la que yo acto seguido me formulo otra: ¿y por qué no en invierno? En la evolución como persona y, en este caso, más en concreto, como alpinista, decidí descubrir lo que sería el invierno, quería saber cómo se debe actuar, cómo sería escalar una montaña en el Himalaya en la época más dura y comprometida del año, cuando las montañas son más hermosas, y la pureza invernal y la soledad te atrapan, dónde uno tiene que ser mucho más inteligente y astuto.

Este año, hemos decidido salir de casa el 29 de noviembre, y, hemos estado desde el día 2 de diciembre en cotas bastante altas. Hemos dormido a más de 5.000 metros en casi media docena de noches, y hemos estado a 6.000 metros, esto es, en cotas elevadas que nos hace estar mucho más seguros de nosotros mismos.

Si todo va bien, el próximo día 21 de diciembre, partiremos de Pokhara dirección a Dana, para llegar a Humkhola. Se estiman unas 6 horas de viaje en todoterreno. Desde allí caminaremos hasta el campo base; que, si no recuerdo mal, lo instalamos a unos 4.200 metros allá por el año 2010.

Para los que puedan pensar que escalar en invierno, primavera u otoño es lo mismo, solo con la incertidumbre que tenemos, digo poco. En primavera y otoño, es seguro encontrar agua en el campo base; sin embargo, en invierno, tenemos dudas de que podamos montar el campo base a 4.200 metros, ya que, al apenas haber registrado precipitaciones las últimas semanas, es más que probable que no haya nieve suficiente, y en el plano donde tenemos pensado encontrar el campamento base en esta época, no es seguro que vaya a correr el agua. Por tanto, la primera de las cuestiones es saber dónde montar el campo base, que tal vez sea a unos 3.800 metros, unas 2 o 3 horas más abajo de donde se suele montar el base, porque ahí, al menos, nos aseguramos de encontrar un lago. En ese punto, si tenemos 100% asegurado encontrar agua o el mismo lago helado.

El Annapurna que nos encontraremos en los próximos días será distinto a lo ya conocido, ya que las montañas en el Himalaya cambian; en nada se pareció el Everest en las 3 tentativas que llevamos a cabo en invierno a lo que conocíamos, al igual que en los últimos 3 inviernos en el Manaslu. La montaña esta allí, pero ella no es la misma. Por muy similares que sean las condiciones, el viento, las acumulaciones de nieve durante todo el año, según como hayan caído de repartidas etc., las hacen cambiar por completo, son distintas, pero, a su vez, son mucho más estéticas.

En esa línea, si todo va como hasta ahora, estaremos llegando al campo base el día 21 de diciembre, con el inicio del invierno astronómico, para montar el campo base, y, sin más preámbulos y con el cuchillo entre los dientes, como siempre, a trabajar duro, para poder tener una oportunidad. Si nos la concede, bien. Si no, ya sabemos de qué va esto, no hace falta más que mirar nuestras estadísticas. No son muy alentadoras, sabido es que, si fueran fáciles, más gente se animaría a visitarlas e, incluso se alcanzarían las cumbres en invierno con más frecuencia.

Aquí podéis disfrutar de unas fotografías del pueblo de Nagual, a 3.600 metros, donde pasamos varias noches. De allí, partimos al campo base del Far Chulu East, a 4.850 metros. En ese lugar, pasamos una noche, antes de tomar el camino al Hi Camp, a 5.300 metros, abriendo huella y disfrutando de la soledad y de las vistas tan hermosas. Por último, dormimos en un último Vivac a 5.650 metros, donde pasamos una dura y pésima noche, debido a que el aire soplo con mucha dureza. Eso provocó que pasase casi toda la noche sin dormir por la intensidad del aire. El siguiente destino fue la arista cimera. Allí, el viento, definitivamente, nos detuvo. Ya sabemos de qué va esto, “ante la duda la más segura”.

Ha sido un privilegio compartir estos momentos con amigos. Fue una pena, porque fui yo quien decidió darse la vuelta, y me da mucha pena por Jabitxu, pero es lo que tiene la montaña; hay que saber darse la vuelta y más cuando te están avisando a más de 75km/hora. Entre vivir o morir hay una delgada línea, y entre estar bien y meterte en líos (líos de verdad). Esa es la verdadera clave del éxito.

También os dejo estas fotografías en las que, junto con Mattia y demás amigos, hemos disfrutado de lo lindo. Por mí parte, me gustaría animaros a seguir nuestra próxima aventura.

Que sepamos, tan solo Denis Urubko ha comunicado que intentara el g1 en invierno. Hace más de una década, en 2010-2011, pude disfrutar del histórico ascenso al g2 de Cory, Denis y Simone, y no tengo más que palabras de ánimo para Denis, y de buena suerte para cada uno de los más grandes himalayistas del momento. La misma o más de la que necesitaremos nosotros.

Entre hoy y mañana nos juntaremos el resto del equipo que ahora mismo se encuentra ligeramente desperdigado. Este año contamos con la presencia de Andres Navamuel como cámara, que viene del treking del Khumbu, donde ha aprendido en primera persona lo que es la altura y el castigo que supone. Eneko aterriza mañana mismo. Así, todo el grupo nos juntaremos y pasaremos de los 20 grados al sol en Pokhara, a adentrarnos en el Annapurna, una montaña que ya escalamos el 17 de abril del año 2010.

¡Un saludo a todas y todos, y salud!

 

Fotografía de las vistas de Nagwal a 3.600 metros en el macizo de los Annapurnas con los Chulus al fondo

Vistas desde Nagwal valle abajo. Precioso cielo

Mattia Conte y resto del equipo en ascenso, a unos 4.600 metros en dirección al Campo Base del Far Chulu East de 6.059 metros

Mattia Conte en Campo Base Far Chulu East a 4.850 metros, con tiempo inestable y una ligera nevada

Localización del Campo Base Far Chulu East a 4.850 metros

Alex Txikon, bastante cargado abriendo huella de Campo Base al Hi Camp a 5.200 metros

Tiendas de Hi Camp a 5.300 metros con el Annapurna II al fondo

Alex en Hi Camp a 5.300 metros, detrás el  Annapurna II

Vivac a 5.650 metros

Amaneciendo por encima de los 5.800 metros

Sufriendo las duras ráfagas de más de 70 km a la hora

Jabitxu y Ang-Gyalu llegando al vivac a 5.650 metros

Alex tras pasar la noche en el vivac a 5.650 metros junto al resto del equipo porteando más de 40 kg en yak Kharka. Da igual todo cuanto te esfuerzas en conseguir tu meta, por mucho que te esfuerces seguramente no sea suficiente, como fue en nuestro caso. Pero ha servido de motivación y de pasárnoslo genial