Es posible realizar una expedición prácticamente sostenible. Nosotros lo estamos haciendo y, la verdad, me hace estar tremendamente orgulloso. Ver cómo los aparatos eléctricos de la cocina o del resto de los domos funciona gracias a la energía solar te reconforta. Nuestra huella será mínima en este sentido. Además, hay veces que incluso nos sobra energía y la podemos compartir con otras tiendas. Es una pasada.

Hace apenas diez años esto hubiera sido imposible. Creo que puede marcar el camino a seguir de las futuras expediciones como las nuestras. Ser sostenible es factible y tenemos la obligación de transitar por ese camino. Se lo debemos a estas montañas que tanto nos han dado. Es un paso que todos y todas debemos dar.

Estar trabajando sin generadores o bombillas que funcionan a pilas es, además, muy cómodo. Que se lo pregunten a Eneko, que ya no tiene que estar mirando de reojo al gasoil para no quedarse sin luz mientras prepara el plato del día. O que hablen con Sendoa, que recarga todas sus cámaras de última generación y ordenadores con la energía generada por el sol. Diría que somos de las primeras expediciones que tienen energía 24 horas al día en el campamento base gracias a la luz solar.

Todos los aparatos eléctricos que usamos se cargan gracias a las placas que nos ha cedido Fundación Eki y a la ayuda imprescindible del Ente Vasco de la Energía, que ha aportado muchísimo para que todo esto sea posible. Gracias por vuestra ayuda. Sin duda, lo que estamos consiguiendo aquí es todo un hito y lo estamos haciendo gracias a vosotros. Eskerrik asko!