Texto: Igone Mariezkurrena (CB Nanga Parbat)

24/02/2016

CONSEGUIDO. Alex Txikon, Ali Sadpara, Simone Moro y Tamara Lunger descansan a estas horas en el C3 (6.700m). Finalizada esta segunda etapa, podría afirmarse que los cuatro escaladores han superado ya los tramos de mayor dificultad técnica de la ruta Kinshofer, por la que pretenden completar la primera invernal del Nanga Parbat (8.126m). A partir de ahora entran en juego otros factores contra los que luchar: el cansancio acumulado, la altura y el frío. Mañana establecerán el C4 (7.200m), desde donde tienen previsto lanzar el ataque a cumbre la madrugada del 26 de Febrero –viernes–. Tras el parón obligado de ayer debido a una fuerte ventisca que los mantuvo inmóviles en el C2 (6.100m), el pronóstico augura ahora tres jornadas de tiempo estable, despejado en cumbre y con ausencia de precipitaciones y viento.

Aunque sabíamos que durante la jornada de ayer –23 de Febrero– el viento iba a ser molesto, Txikon, Sadpara, Moro y Lunger no contaban con tener que abortar la salida hacia el C3 (6.700m). Pero hace ya tiempo comprendimos que el clima del Nanga Parbat es caprichoso e impredecible, y que conviene saber encajar con filosofía y paciencia estos traspiés. En efecto, el Nanga volvió a jugar una mala pasada a los cuatro escaladores, porque el C2 (6.100m) es, sin duda, el peor y el más incómodo de la ruta Kinshofer, el menos adecuado para tener que pasar en él dos noches y un día entero. La plataforma sobre la que descansa la tienda apenas tendrá unos 4-5 metros cuadrados, con sendos patios de más de 1000 metros de caída a cada lado, donde el mero hecho de salir a orinar se convierte en una verdadera y peligrosa aventura. Se trata, además, de una arista especialmente expuesta, por lo que los miembros de la cordada internacional han padecido durante más de 30 horas –desde que a las 16:30 del pasado 22 Febrero (lunes) alcanzaran este C2 procedentes del CB– las violentas sacudidas del viento (de más de 70km/h) que, en ocasiones, según afirma Txikon, incluso hacía el amago de levantar la tienda. Damos fe de que así sería, puesto que la misma ventisca fue capaz de echar abajo más de una tienda aquí, en el CB, a 4.200m de altura. A todo esto se sumó el hecho de que los cuatro escaladores encontraron el depósito desgarrado por la ventisca y comprobaron que dos de las esterillas habían volado. En su lugar, extendieron dentro de la tienda otra tienda –la prevista para C3– logrando así mayor aislamiento.

En cualquier caso, y dado que contaban con suficiente comida y cartuchos de gas, los cuatro escaladores supieron plantar buena cara al mal tiempo y vivir en positivo la jornada de impasse. “Llevamos todo el día hidratando, comiendo y descansando”, comentaba Txikon. Aunque no estuviera en sus planes, de alguna manera agradecieron poder recobrar fuerzas tras el intenso esfuerzo del día anterior en el que superaron del tirón prácticamente 2.000 metros de desnivel.

No ha habido tregua por parte del viento hasta las 2:00 de la madrugada de hoy –24 de Febrero–, pero el día ha amanecido hermoso y apacible. Así, a las 9:30, cuando ya recibían los primeros rayos del sol, vía walkie nos confirmaban que se ponían en marcha hacia el C3 (6.700m). Los primeros 300 metros del tramo que va del C2 al C3 transcurren sobre terreno mixto, dando paso después a una imponente pala helada de unos 200 metros.

Aparte de la tienda que durante estas dos noches ha hecho las veces de esterilla, también han cargado con varias estacas y tornillos que se suman al depósito que, recordemos, Txikon y Sadpara ya habían establecido a 6.700m allá por el 23 de Enero, tras fijar con cuerdas este tramo clave de la ruta. Muy probablemente mañana emplearán dicho material para equipar parte del tramo entre el C3 y el C4.

El C3 (6.700m) es un lugar bastante más cómodo y amplio que la limitadísima plataforma del C2. Sin embargo, el frío y la altura se hacen notar, aunque cuentan con largas horas de sol. “Desde aquí, la cima del Nanga Parbat (8.126m) se ve y parece estar realmente cerca”, nos comenta Simone Moro vía walkie; sin duda, las enormes dimensiones de este magnífico macizo engañan a la vista.

A pesar de contar con las cuerdas previamente fijadas por Txikon y Sadpara, los cuatro escaladores reconocen que han sido 5 horas de arduo trabajo debido a la dureza del hielo. Pero afirman sentirse “fuertes y felices”.

A tod@s l@s que seguís de cerca esta aventura: gracias por vuestro apoyo, desde allí arriba también lo perciben.

PROGRAMA:

Mañana establecerán el C4 (7.200m), desde donde tienen previsto lanzar el ataque a cumbre la madrugada del 26 de Febrero –viernes–. Según los partes que nos hacen llegar Karl Gabl (desde Austria) y Javier del Valle (desde Zaragoza), las altas presiones (anticiclón, tiempo estable) prácticamente se han colocado sobre el macizo del Nanga Parbat, así que prevemos condiciones favorables para estas dos jornadas clave, así como para un descenso seguro. Viento suave, y ausencia de nubosidad/precipitaciones.