Entre mediados de diciembre de 2019 y primeros de enero de 2020, Alex Txikon estará navegando y escalando nuevas rutas en las montañas de las Shetland del Sur, en la Península Antártica. Será su preparación para, seguidamente, intentar el Ama Dablam y el Everest, ambos en pleno invierno del Himalaya. Sin embargo, Txikon no será el único que pasará las navidades lejos de casa. Félix Criado e Íñigo Gutiérrez Arce, dos alpinistas de A Coruña y que escalarán con Txikon en el Ama Dablam, emprenderán su propia aventura de camino a Nepal: un increíble viaje en coche desde su ciudad hasta Katmandú, recorriendo 13.000 km y 12 países en menos de 25 días. Al volante de un Isuzu 2.5TD Twin Turbo con un pequeño remolque, transportarán material de expedición y equipo humanitario para repartir en diversos puntos del viaje. El objetivo es, por una parte, rememorar los viajes por tierra del siglo pasado, cuando se conocían paisajes, países y culturas, en lugar de sobrevolarlos y, por otra parte, realizar acciones solidarias, puntuales pero cuidadosamente diseñadas. “Se trata de volver a viajes como los de antaño pero también la oportunidad de vivir una aventura y de transportar cosas útiles y beneficiosas,” dice Félix Criado al respecto. “Es una manera de viajar flexible y muchísimo más humana, dando algo por el camino y recibiendo algo a cambio,” añade.

Su filosofía del viaje es simple: no tienen etapas fijas y solo han previsto alojamiento en las regiones donde se requiere una reserva para obtener el visado; el resto del tiempo tratarán de ser lo más autosuficientes posible, para lo que llevan tienda y material de acampada. Tienen prevista una visita al Instituto Cervantes de Sofia, en Bulgaria, y calculan que cambiarán de año en Islamabad, la capital de Pakistán, donde serán recibidos por el embajador de España. Lo demás, se verá sobre la marcha. Su equipaje incluye material escolar y ropa de abrigo que ha recogido la Agrupación de Montañeros Independientes de Coruña, a la que pertenecen. Saben que esas donaciones serán bien recibidas en Nepal, pero prevén entregar parte antes, en comunidades por las que pasen y donde comprueben que son necesarias. En Pakistán, recogerán parte del material que dejaron en la expedición al K2 del pasado invierno, usando para ello el espacio que dejarán en el remolque cuando entreguen unos utensilios de gran utilidad para las comunidades baltíes de Askole, el último punto accesible en coche para las expediciones que cada año se dirigen a los “ochomiles” del Baltoro (K2, Broad Peak y Gasherbrums I y II), en el corazón del Karakorum. Cuando estuvieron allí Alex y Félix, se dieron cuenta de que los habitantes del de la zona tienen un grave problema por la escasez de combustible, que les obliga a acelerar la cocción de sus comidas con bicarbonato, lo cual acarrea problemas de salud, y que soportan largas noches de invierno a oscuras para ahorrar. Los viajeros esperan mejorar la vida de muchas de estas personas donando veinte hornos solares, fabricados exprofeso por los alumnos de 3º de DBH del instituto de Arrasate mediante un proyecto interdisciplinar con ayuda de la empresa Ibili de Bergara (que ha donado los materiales), así como un lote de bombillas de bajo consumo alimentadas por pequeños paneles solares que ha donado la fundación Eki. “Parece algo accesorio, pero cada una de estas bombillas, durante sus diez años de vida, va a permitir a los niños leer,” comentaba recientemente Alex Txikon.

Tras esta parada, los expedicionarios-conductores deberán darse prisa para llegar el nueve de enero a su destino final en Katmandu, donde han quedado con Alex Txikon y el resto del equipo para iniciar juntos el camino, esta vez a pie, al Ama Dablam.